Tel: (+34) 619281862
E-Mail: illes@illes.cat

MIRACLES CAMA I COSOS DE CADA DIA

Por Gabriel Torres Chalk

LA ESTÉTICA DE LA DESFAMILIARIZACIÓN.

Miracles Pierna ens presenta Coses de cada dia. El cos és font de coneixement. De vegades allò quotidià ens torna a allò estrany. De vegades l'absurd empeny des de l'entranya, des de baix. De vegades el que és quotidià es disfressa del que és màgic perquè els dracs existeixen. Cadascú és per a si mateix el més llunyà, a dir de Nietzsche.

Així, el cuerpo y la memoria se conjuran en el presente. A veces es el susurro de un vacío que quiere aflorar desde la necesidad de contarlo. El yola idea de yola voz en primera persona que se objetiva desde el pozo de un presente cuyo instante es rescatado por la estética de una posibilidad. Burlar la rutina de lo cotidiano desde lo cotidiano. El yo es otro que observa y vive desde sus secretos. A veces afloran como los almendros de la isla de Ibiza: la isla como cuerpo-escenario subjetivo donde se donats el pliegue de la yoidad.

Desde la articulación de un pensamiento implacable, Nietzsche convoca al animal en el ser humano como texto base. El espíritu es un estómago (Zaratustra). La sublimación del instinto se va imponiendo desde lo cotidiano para, desde la desfamiliarización, traducir el deseo en un zarpazo a la razón. Es un proceso de fisiologización de lo espiritual y una espiritualización del cuerpo, a decir de Francis Bacon.

A medida que avanzamos a lo largo de los cuentos de Milagros Pierna, nos adentramos en una estética de la desfamiliarización que incorpora -hace cuerpo- al lector desde la gran actualidad de los argumentos y especialmente de la trascendencia cronotópica que los cuerpos -sentimientos- buscan reflejar. Llevar la razón hasta su propia pesadilla, por convocar el universo borgiano, canaliza la ausencia de certezas. El absurdo puede ser lo más vívido bajo el barro de la norma. Cimientos de lodo que el arte subvierte porque el sentimiento no sabe de reglas. El vínculo visceral entre cuerpo y texto. El texto como entidad viviente, que respira y siente.

De vegades allò quotidià ens torna a allò estrany. El mordisco a la segunda piel/texto desprende la inquietante frescura del eterno abrazo roto de lo múltiple. Porque el tiempo es subjetivo y un instante puede detenerse como agua estancada donde los sentimientos van fermentando bajo el sonido de cada vajilla asentada sobre la mesa del comedor. La digestión de la ausencia. La epifanía codificada en cada poro de tu piel habiendo trascendido al laberinto de la razón. Cadascú és per a si mateix el més llunyà.

El texto/cuerpo como superficie múltiple de superación de resistencias donde hay transiciones y puentes de cansancio y confort que si bien pueden caracterizar ciertos entornos de la era digital, podemos considerarlos como latigazos de los últimos estadios de un posmodernismo que permanentemente busca su lugar, o bien, siguiendo los designios de Octavio Paz, la modernidad es siempre otra.

La sociedad navega entre múltiples capas de significación y así también el sujeto deseante. La ilusión de una identidad se diluye entre las esquinas de un horario, de una obligación, de un compromiso, bajo la presión de una estructura que entra en conflicto con nuestra libertad. Con nuestra sensación de libertad. perquè Coses de cada dia trasciende la convención temporal y por ello no sorprende la modernidad de estos cuentos escritos en el año 93 I que, Amb tot, son de una frescura extraordinaria, mostrando la ineludible vigencia del deseo del ser humano por morder en la yugular del día a día.

La ironía es sangre que corre por las venas de la desfamiliarización. Requiere de inteligencia y de distancia. Distancia para observar y observarse. Aquí entra en juego la red metapoética. Capas de significación, pieles y voces, que se vuelven sobre sí mismas. Una incisión en la arteria de la simetría. En cierta forma consiste en una resignificación de los límites. Un aliento vital que surge desde el animal/texto base para devolver el cuerpo al cuerpo.

De vegades allò quotidià ens torna a allò estrany. La ironía se nutre de diversos latidos transgresores. Tal vez el más potente sea el humor como una nueva incisión en el cuerpo, a decir del final del primer cuento, “Sábanas de seda gris”, mostrando una técnica, estructura y mimo en su diseño que sin duda lo define como un cuento extraordinario.

Estos cuentos han convocado en mi lectura otra voz femenina de gran potencia como la de Ana Becciu. Resuena ese verso/pregunta “¿fueron palabras las que te existieron entonces?” Una desviación semántica y gramatical que habita al otro en un desplazamiento de la razón al cuerpo habitando el pronombre desde una yoidad plagada de fisuras, heridas y deseos. El derecho al deseo.

Los cuentos logran que insertemos nuestras propias confesiones sobre el texto/cuerpo. El relato convoca una reacción frente a nuestra imagen desde un espejo que revela nuestros impulsos a veces calculados, otras veces improvisados o sorprendentes. A veces superficiales y a veces profundos, ancestrales, a modo de una legítima defensa a la que es necesaria dar voz. Algo hay aquí de naif como velo que oculta lo absurdo o mágico, de búsqueda y de afirmación. Esto es un gran logro del arte. Es una esperanza. Es un ‘yo soy’ desde un ‘sólo quiero un instante de felicidad’. Un tal vez. La estética de una posibilidad.

Imagen de la portada de ‘Coses de cada dia

Debemos agradecer a la autora no sólo la fuerza de unas voces que convocan a su vez la tradición de grandes mujeres narradoras, sino también la inteligencia de un desplazamiento ontológico que rescata al cuerpo de las fauces de la opresión. Estos cuentos, escritos en el año 93, nos hablan desde el futuro. Així, convocan las palabras de Respiración Artificial de Ricardo Piglia: “La correspondencia (epistolar) es la forma utópica de la conversación porque anula el presente y hace del futuro el único lugar posible del diálogo.”

La información que se sublima en la expresión del cuerpo como fuente de conocimiento. Acaso ritmo articulado y ancestral que nos devuelve a lo extraño: “cada uno es para sí mismo el más lejano” (Nietzsche). Tal vez se trata de un auto-descubrirse y reconocerse para volver a reiniciar el viaje. Es el cuerpo el que relata y se devuelve al fondo humano arraigado en lo biológico y así revertir el “donde estoy” hacia el “donde soy”. El relato como creación. La creación de nuestro propio cuerpo que lame la herida de la autoconciencia para decir la biblioteca incesante que late en cada poro.

“El amor se produce cuando se acaricia una textura, cuando con las manos, o con la boca, se relata. La boca acaricia con relatos, provoca texturas aquí y allá. Y en las texturas se puede leer. Pero casi nadie sabe leer” [Ana Becciu. Ronda de Noche.] Estas palabras bien podrían contener el hilo conductor de un cuento como “Pensa en mi, en tant que ve la son”.

El fluir de una confesión donde la narradora en primera persona va articulando el relato desde abajo, desde la injusticia de la historia latente. Es la articulación de una voz, su voz, de su presencia como mujer que le dice al presente instaurado en el corazón de los siglos que se siente y escuche.

Hay frases que vienen desde abajo: “sempre has comptat amb la meua comprensió. Segles i segles de comprendre sempre, de comprendre- ho tot.” Y el presente de la enunciación va adquiriendo cada vez más potencia, instando al lector/a a rellenar las grietas entre las palabras. La ausencia, la trágica elocuencia del silencio, lo que no se dice desde la intimidad del susurro ausente, implacable, construyendo a un lector/a que debe crear su relato paralelo, el vacío o región negativa del cuadro del yo. El espejo del metanivel de la narración, mostrando una técnica precisa que, como lectores, agradecemos.

Conviene estar atentos a cada matiz, a cada escama (“la por de dona té escates fredes, llenegadisses, pregones.”), a cada respiración, a cada latido. Y a la vez, no todo es blanco o negro. El dolor y el amor y todo un abanico de contrarios pueden ser cultivados en el mismo jardín -el cuerpo/texto- desde donde se impone, de forma ineludible, una de esas afirmaciones conteniendo todo el peso del presente y cuyos brazos tienen el alcance de los pliegues del tiempo: “la meua por té por”.

Coses de cada dia nos invita a completar los trazos de las zonas negativas del cuadro. Todos tenemos nuestros puntos de fuga. El cos és font de coneixement. De vegades allò quotidià ens torna a allò estrany. Tal vez lo extraño es lo que nos muestra el espejo si observamos con calma. A veces cada uno es para sí mismo el más lejano. Encontrar las palabras que nombren al otro es un arte.

 

ILLES.cat

Plataforma literària en línia

 

Edicions Aïllades

#cosesdecadadia #MelqartMedia

melq.art

Escriure un comentari